Estaba tan nerviosa aquel día,

se me escapaba la risa

y dicen...;

que tenía ojos de niña.

Tienes triste la mirada,

lo sé porque anda

por el suelo

tirada,

porque están mudas

tus pestañas,

porque entre tus cejas

llora una arruga

que extraña y extraña

y tus pupilas...,
no bailan.

POLVO MÁGICO

Bálsamo tu roja sonrisa

Enredada en tus pestañas,

Abrazando en tu mirada;

Temprana mariposa

Recorriendo azulados jardines

Inundados de estrellas,

Zafiro en la tierra.

Se trata del viento,
que pasa jugando y enreda mi pelo
y yo...,
me alboroto y me desordeno.

MAGIA

Entre tu alma y mi alma

nunca hubo distancia,

recuerdo la primera vez,

inclinadas ambas sobre la noche

queriendo entrar por la ventana,

uniendo momentos en el aire,

exhalando e inhalando magia.

DESDE ADENTRO

Si desde el pecho te hablo,

si te hablo desde dentro,

no te extrañe que el rocío

se deje caer al suelo,

ni te extrañe que la lluvia

se derrame en aguacero,

si te hablo desde dentro,

la luna no quiere verlo,

ni lo quiere ver el sol,

que saben de lo valioso

que es un verdadero amor,

si desde el pecho te hablo

y me rompo y me quiebro,

no te extrañe que en mi intento,

el relente de la noche,

deje un rastro de lamentos.

DEJO DE ESTAR

A veces cierro los ojos

y dejo de estar,

noto como me abandono

muy despacio,

hasta entrar en la recta final;

como si una carretera

poblada de árboles a ambos lados

me alejara más y más;

que ligero es el peso en el aire,

a bocanadas me alimento del vuelo,

oh viento,

que arrancas y arrastras

y llevas,

que repartes aromas a nuevo,

en tus notas descanso, me reciclo

y vuelvo.

LÁGRIMAS ROJAS

Nacen los días ensangrentados

bajo un cielo

que mira horrorizado

la depreciación de la vida,

que valor tiene hoy una risa

que expira

bajo el frío filo de unos ojos

que no parpadean,

de unas manos que no tiemblan,

corren tiempos de lágrimas rojas,

de bombardeos y escombros,

tiempos de lodo;

cuantos sueños de mochila a la espalda

se amontonan en las cunetas

engrosando la lista

de destinos truncados,

vidas

reducidas a números;

si,

sin duda alguna,

nacen los días ensangrentados.

DE RETIRAR MIS NAVES

De retirar mis naves,
lo haré cuando

no me quede munición,
o no;

o lucharé

cuerpo a cuerpo,
boca a boca,
beso a beso,
piel a piel,
aliento a aliento;

de retirar mis naves,
lo haré cuando

no me quede munición,
o no.

VIENTO Y OTOÑO

Va jugando el viento

de la mano del otoño,

juegan a hacer remolinos

y a arrancarles a los árboles

suspiros.

Lleva el viento libertad

y llega al mar,

para jugar con su olas

que esperan

ser arrastradas

como se arrastran

las hojas,

nostalgias lleva el otoño,

que soplido

tras soplido

van recorriendo

rincones

en algún parque

perdido.

Y en la arena dibujado

un corazón con algo escrito

que el otoño ya ha cubierto...,

y en el viento;

en el viento

y entre nubes...,

un adiós

y un pensamiento.

EGOISMO

Si dejo de pensar en mi,

como si fuera el ombligo del mundo,

entonces,

le puedo cantar a la tierra,

puedo cantar a las manos

hechas de sudor y grietas,

puedo cantarle a la vida

que es un rayo que atraviesa

y le puedo dar mi grito

al solitario y proscrito,

si me olvido,

de mi mismo,

puedo cantarle a aquel niño,

de ojos de hambre

y perdidos

y a las risas que se mueren

entre balas y conflictos,

si me olvido de mi mismo,

le puedo cantar al mundo,

a la lluvia

y al rocio.

LA LLUVIA SIEMPRE SE QUEDA

Siempre las nubes 
fueron pasajeras,
pero no la lluvia, 
ella queda,
ella queda en cada brizna 
de hierba,
queda en el árbol, 
queda en la tierra
y en mi, se queda;
formando ríos 
que me atraviesan,
arrastrando soledades
y ausencias;
la lluvia queda en el alma
y a veces..., le da la vida,
otras veces la anega,
llueve,
llueve intenso,
golpea en el cristal
del recuerdo
y caen precipitadas las gotas
de otras lluvias,
que quedaron dentro.

SÉPTIMA PLANTA

Estos largos pasillos

de silencios blancos,

desde la ventana

se me hace todo tan ajeno;

entre colores de otoño,

recuerdos añejos sujetan las hojas

que a falta

de un soplo de viento,

están por caer;

y luego...,

el atardecer

besando a las montañas,

que lejos.

POEMA SIN ESCRIBIR

He intentado muchas veces

escribir éste poema,

pero las palabras se escapan

o puede ser que las retenga,

no estoy segura,

pero siempre termina siendo

una hoja en blanco

en la que mis ojos se pierden

y no se por que,

veo nieve,

no se si por lo blanco

o por lo frío,

si por lo suave

o lo vacío

o pueda ser

porque las huellas

desaparecen en la nieve

y con ella se hacen agua

que baja al río;

y después ola de mar,

libre,

fuerte,

bravío.

QUE LENTO

Que lento

se me hace el paso
de los días,
éste aire parado

que no mece al árbol,
que largo,
que largo entre lluvia y lluvia
el tiempo estancado,

inmóvil el junco

a la orilla del lago,

que lenta la niebla

le viene atrapando,

que quietas las aguas,

que ausencia de alas,

que silencio calmo. 

FRIO AL ALBA

Asomada entre las hojas
esperó hasta el último minuto,
justo antes de que la luz
la hiciera desaparecer,
cerró los ojos
y se sintió menguar,
después...,
frio al alba
y algún trino,
el amanecer
y el rocío.

VOLVER

Cada vez me cuesta más volver

y cerrar los ojos,

pasear sobre el otoño

como si no me faltaran hojas

o sobre una primavera sin aromas,

ver el vaho de mis suspiros

resbalar en el cristal

y evaporarse,

como el agua se evapora;

cada vez me cuesta más volver,

pisar el suelo

y sentir su dureza bajo los pies,

pensar más de lo que debiera

en lo que no es

y contar hasta diez;

y dejar pasar el tren,

y dejar pasar el tren.

CON NOSTALGIA

Ya bien entrada la madrugada
y rendida por el sueño,
suelo quedarme dormida encima 
de cualquier linea,
a veces junto a una lágrima 
perdida
o asomándome al calor
de una sonrisa,
otras me duermo sobre
algún pensamiento escrito
con tinta de luna
o girando sin parar junto
a una idea
que se ha subido a la noria
y a veces,
me duermo al lado de un sueño;
esos días me levanto
con una sensación extraña,
como con nostalgia.

EL SEXTO OTOÑO

Te quedaste en el otoño

y con él vuelves,

te quedaste en su viento,

en su lluvia,

te quedaste en su desnudez,

en sus tenues colores

que abrazan por dentro;

te quedaste en el silencio

de la hoja al caer.

TIEMPO

Bajo los pies 
el camino de siempre,
desguazadas pisadas 
marcando la arena
y el sol en lo alto,
abrasando azucenas;
en la mano
una maleta de quimeras
y otra mano en el bolsillo,
con los dedos callados,
solos
y con frío;
en la mirada el rocío
y de frente el horizonte,
con nubes y claros,
ráfagas de viento,
con claros y oscuros...;
y tiempo.

CUANDO NO ESTOY... CUANDO NO ESTÁS

No he olvidado

las horas con la luna,

las miradas,

que tras la noche se ocultan,

no he olvidado la risa

que levanta olas de mar,

todo se queda, todo se guarda,

todo envuelto entre aromas

de romero y azahar;

y cuando callo... y cuando callas,

cuando te llamo,

cuando me llamas;

no he olvidado una gota

de esa lluvia sideral,

cuando me empapa,

cuando te empapa;

no he olvidado un segundo

golpeando en el cristal,

cuando te busco,

cuando me buscas,

cuando no estoy,

cuando no estás.

DESCALZOS

Acuna la noche

silencios

que gritan en las esquinas,

historias dormidas

que viven al raso,

miradas cansadas

en un mar de asfalto,

corazones rotos de putas,

borrachos,

besos que se escurren

en viejos peldaños,

lascivas pasiones

nadando en los charcos,

vidas en derribo,

restos de naufragios;

maullidos de gato sobre los tejados.

COSAS DE DENTRO

En la cabeza,

una idea abstracta a la que no doy forma,

en el corazón..., no se,

parece un silencio,

en el alma,

en el alma no se lo que tengo.

ROJO FUEGO

No llega el amanecer

y en soledad le espero;

bajo las estrellas,

cuento a cientos;

la falta un mordisco

a la luna

para mostrarme su cara;

yo vi esconderse al sol

tras las montañas,

prometió nacer sobre la mar

entre olas blancas,

prometió besar mi piel

a su llegada;

está la noche tan clara,

la brisa sopla templada

y el árbol habla,

canta una canción

de cuna,

mece a sus hojas,

pronto sus ramas

se verán desnudas;

no llega el amanecer

y en soledad le espero,

prometió prenderlo todo

de rojo fuego.

SUBE

Sigo esperando unos versos

que me faltan,

busco cada amanecer por si los veo asomar

enrojeciendo las nubes;

y el sol sube,

sube.

LOS PLIEGUES DE LA RISA

Hace tiempo

que no encuentro las palabras,

que las busco

en los rincones de mi alma,

hace tiempo

que camino de puntillas

con el miedo de pisar alguna mina,

que los silencios no hablan

y los vacíos me miran,

que se me atascan las ganas

y se me enredan los días;

hace tiempo, mucho tiempo,

que me oculto entre los pliegues

de la risa.

PEQUEÑOS MOMENTOS

Estábamos hechos de pequeños

y copiosos momentos,

algo así como gotas de lluvia,

caíamos a veces muy despacio,

como con miedo,

otras caíamos frescos, ligeros,

como nuevos,

de diferentes nubes cayendo

dando vida a tiempos muertos,

como gotas de lluvia;

pequeños momentos.

YARDAS

Siempre estaremos

tan cerca o tan lejos,

como marquen nuestros silencios;

la distancia en silencios

se mide en yardas

de profundidad,

si me sumerjo a cierto nivel,

se que encontraré uno

del que no volveré,

así que procuro no bajar

allá donde yacen los corales

que la vida me prestó

y un día cualquiera perdí;

hay otro nivel

al que tampoco quiero bajar,

está justo debajo

de donde flota el silencio

que me sujeta a ti,

después de ese silencio

ya no estás,

te pierdo.

NO DEBE SER FÁCIL

No debe ser fácil ser el mar 
dentro de una caracola,
sin olas,
sin brisa,
sin gaviotas,
sin poder romper contra las rocas
estallando en mil espumas,
sin que le alcance la lluvia;
no,
no debe ser fácil ser el mar
y no hacer ruido,
ser solo un rumor lejano,
ser un grito contenido.

OTRA NOCHE MAS

Otra noche más

contando lunas rojas,

entre gotas de sudor,

resbala el pensamiento

con las horas pegadas a la piel

en éste estío interminable,

que abrasa los días;

otra noche más mirando al cielo,

respirando la quietud

de éste silencio seco,

que flota denso

y quebranta el sueño;

otra noche más

de bajos vuelos,

con las alas adheridas al cuerpo

y esa arena

que atrapada entre cristales,

retiene el tiempo.

GOLONDRINAS

Con la llegada del verano,

llegó el fin de la primavera;

y con ella,

coincidió unos segundos el otoño

que se despejó de sus hojas,

para recibir al invierno,

todo tiene su comienzo

y todo es pasajero,

no hay finales,

todo es un ciclo en el viento

que como la golondrina vuelve

cuando llega su momento;

llega cambiando la pluma

pero es la misma por dentro.

MI SILENCO LLEVARA TU NOMBRE

Guardaré el silencio que propones,
el que me llevará al olvido;
y llevará tu nombre,
llevará tu nombre en cada pausa,
en cada hondo suspiro,
en cada hoja que caiga
sin hacer el menor ruido
y el amanecer lo llevará escrito,
cuando el sol se asome silencioso
a lo lejos
y vaya subiendo,
subiendo y subiendo;

llevará tu nombre,
mi silencio

EL AIRE QUE SABE

Entra el aire por cualquier rendija,
se cuela,
te desordena
y luego sale,
se pone a soplar en otros mares;

y el aire que sabe
si las olas,
se confunden con la bruma
si él no sopla,
si dejan de hacer espuma;

el aire que sabe, si lloran los mares.

NUESTRO AIRE

Entre tu aire y mi aire

hay un nuestro aire

en suspensión

que permanece en una nube

invisible

y que solo sopla

para nosotros,

un aire en el que repostar

al final del día

y orear la locura

retenida

durante la jornada

de obligada cordura,

donde descansar el peso

de los deberes

y activar los deseos;

y ese aire,

lo respiro a bocanadas

justo antes de irme a dormir;

y suena a risa

y huele a fresco

y sabe a beso;

ese aire, el nuestro.

HUECOS

Demasiadas horas

para mirar al cielo,

no se llena el día,

siempre quedan huecos,

los hay de boca ancha,

de cuello estrecho,

huecos que se quedan

en la piel

y otros que van hasta dentro,

pero al fin,

todos son huecos;

los huecos

permiten la entrada a todo

lo invisible,

de pronto te puede entrar

el otoño

y hacerte sentir

como una hoja de mirada ocre

llevada por el viento,

como te puede entrar

una ráfaga

de aire intenso,

haciendo doblarse al bambú

hasta alcanzar casi el suelo;

los huecos

son ratos perdidos entre horas

y son a veces horas

perdidas entre ratos,

los hay de fácil y de difícil acceso,

pero al fin,

todos son huecos.

AZULES LEJANOS Y AJENOS

Con puntadas de fino hilo
se cosen auroras a los corazones, 
auroras blancas
que rompen la noche suavemente
formando azules desconocidos,
nunca vistos,
azules lejanos y ajenos
que parten sin llegar y aún sin llegar 
dejan recuerdos,
momentos invisibles..., 
pero ciertos;
busca,
tu también tienes recuerdos
de intangibles noches,
tu también llevas auroras
cosidas al alma,
ves,
son nuestros recuerdos
de puro aire.

OTRAS VIDAS

Hay historias

que van camino del mar

y en él se pierden,

pero no desaparecen, no,

se hacen olas

y espuma

y llanto de ballena,

se mezclan con el turquesa

y se agitan entre mareas vivas

y mareas muertas;

historias de otras vidas

ya vividas

o de próximas vidas,

que esperan siendo agua

vivir su tiempo,

que esperan siendo agua,

un soplo de viento.

PLOMO

Nunca
es una lágrima 
densa,
pesada,
espesa;
no brota,
no se desliza,
no recorre
las mejillas;
se adentra,
se agarra,
horada,
ralentiza.

Nunca
es una lágrima
profunda;

de mar adentro.

DE LA MAR Y DEL AMOR

De cuando me dejo

empapar de tu aroma

a salitre,

de cuando me siento

a escuchar

los suspiros que exhalas

cuando vienes y vas,

cuando al aire te abrazas;

de cuando te miro

y todo es azul,

de cuando me miras

tú,

de cuando te escapas

allá por la raya,

de cuando me llamas,

de cuando

me hago ola salada

y en la orilla me dejas...,

y de nuevo me arrastras;

de cuando me hablas.

TROPICAL Y PARADO

A veces se puede sentir el peso

de los segundos,

sobre todo en éstas noches

que ya empiezan a ser calurosas,

lo malo de éstas noches es

que no te puedes hacer un ovillo

y tapar con una manta hasta la cabeza

y que cuando mas necesitas

que el aire te de una bofetada fría en la cara,

te asomas a la ventana

y te escupe todo su aliento de verano,

tropical y parado;

entonces metes la cabeza

debajo del grifo,

que si se trata de morir ahogada,

prefiero hacerlo en el agua

que a bocanadas de nada.

PARA CUANDO SOPLA EL VIENTO

Para cuando el viento

sopla en todas direcciones,

arriar las velas

y recoger los remos,

agarrar con fuerza el timón

y mirar al cielo,

aprovechar una ola

que me lleve a algún puerto,

preguntar a Neptuno

el camino mas cierto

y si con el ventarrón llego,

anclar en esa bahía

y reparar la quilla,

esperar vientos alisios

caminando arena fina

y respirar hondo,

muy hondo,

para limpiarme

por dentro,

hasta que me broten

mares

por la punta de los dedos,

ah,

y por si no vuelvo,

meter en una botella

los poemas y los versos,

los que di

y los que me dieron,

los que cogí sin permiso,

los que hice míos sin serlo

y que vayan mar adentro,

amaine o no amine el viento.

ELLA LLEGÓ ANTES

Ella llegó antes,
tanto antes que lo ocupo todo,
ocupó el día, la noche
y cada rincón de luz
o de sombra,

los recuerdos,

los mañanas,
los ahoras

y hasta el aire ocupó

con su aroma,

ocupó con su andar

cada baldosa,

los armarios,

los cajones,

los secretos de alcoba

las auroras;

ella llegó antes,

tanto antes que lo ocupó todo,

su pecho,

sus manos,

su boca.

SIN MAS

Llegó la noche sola,

siendo noche,

con su brisa siendo brisa

y su silencio silencio,

llegó en lo que pasó la tarde

siendo tarde,

con su sello de ocaso

siendo ocaso

y en el mar su reflejo,

siendo eso...

LA TORRE

Ves la torre, la que se muestra erguida

y altanera ante el derribo,

acaso crees que no le teme al polvo,

que su piedra no llora,

pues tiemblan sus cimientos

cuando el rayo se clava sobre ella

y brama el cielo,

ya lo creo;

tiemblan

y cala el miedo en sus huesos.

ESTA NOCHE

Esta noche que suena una música lenta,

que los gatos se bañan en la luna,

y que yo cuento estrellas,

que recuerdo cada nombre

y el calor de cada mirada,

que recuerdo sonrisas de palabras lejanas.

Esta noche templada y serena,

de fragancias de narciso y azucena,

de compases en la brisa

y suaves latidos,

esta noche...;

esta noche necesito estar contigo.

SUSPIROS

No sabes cuantas veces
miro al sol
a lo largo del día,
ese sol que alumbra
sin piedad
las horas de hastío
haciéndolas mas visibles,
si supieras como
me arranca suspiros;
y cuantas veces
ha suspirado conmigo!,
tu suspiro, digo;
en su brillo.

SI MIRAS AL SUELO

Si miras al suelo,
hay charcos en el asfalto
infinitamente profundos
donde se sumergen
cientos de ojos cansados,
hay un tiempo sin aire
que duerme en callejones
sin salida,
atrapando miserias
y soledades,
entre densas nubes radioactivas,
un inframundo
al que se llega sin barquero,
donde los fantasmas
son de carne y hueso
y deambulan ignorados,
más que los propios muertos.