Mi niño me dijo
que estaba asustado
de la noche oscura,
que no había luna,
y con polvo mágico
yo le pinté una.
Me dijo la luna
que tenía miedo
estando ella sola
en el vasto cielo,
y con polvo mágico
dibujé un lucero.
Me dijo el lucero
con su luz intensa
si yo le podría
buscar compañera,
y con polvo mágico
le pinté una estrella.
Luceros y luna
y luna y estrellas,
pintaron la noche
más clara y más bella,
para que sin miedos
mi niño durmiera.