A veces te trae
una hoja cayendo del árbol
mientras da vueltas y vueltas
hasta alcanzar el suelo,
a mi ver caer las hojas de los árboles
me produce nostalgia,
pero una nostalgia dulce,
con sabor a melocotones maduros.
Los brazos siempre abiertos,
para abrazar
y para dejar marchar…
Jimena abrió los brazos,
sintió el vacío hueco
y la embargó la pena.
durante días permaneció en aquel risco
asomada a la mar;
esa mar que trae y que lleva.
Me gustaba de él
su manera de decir las cosas
y su sonrisa asustada
que no se atrevía a salir del todo;
y su voz,
también su voz,
tengo algunos audios por ahí
en algún sitio,
tengo que buscarlos
porque hace mucho tiempo
que no me recita nada al oído.