Una desilusión viene a ser
como cuando te pilla
un chaparrón inesperado
camino de una fiesta,
te deja
el peinado y el vestido
chafados,
cuando se secan
ya no quedan igual,
se te riza el pelo
y el vestido queda arrugado;
hay quien se da la vuelta
y en lo que pone orden
en el armario
y consigue elegir otro traje
se le pasa la vida,
perdón, la fiesta
y hay quien llega;
despeinada
y con el corazón encogido,
perdón,
con el vestido encogido,
pero llega.
pero llega.