martes, 30 de junio de 2015

HUECOS

Demasiadas horas
para mirar al cielo,
no se llena el día,
siempre quedan huecos,
los hay de boca ancha,
de cuello estrecho,
huecos que se quedan
en la piel
y otros que van hasta dentro,
pero al fin,
todos son huecos;

los huecos
permiten la entrada a todo
lo invisible,
de pronto te puede entrar
el otoño
y hacerte sentir
como una hoja de mirada ocre
llevada por el viento,
como te puede entrar
una ráfaga
de aire intenso,
haciendo doblarse al bambú
hasta alcanzar casi el suelo;

los huecos
son ratos perdidos entre horas
y son a veces horas
perdidas entre ratos,
los hay de fácil y de difícil acceso,
pero al fin,
todos son huecos.