A veces cierro los ojos
y dejo de estar,
noto como me abandono
muy despacio,
hasta entrar en la recta final;
como si una carretera
poblada de árboles a ambos lados
me alejara más y más;
que ligero es el peso en el aire,
a bocanadas me alimento del vuelo,
oh viento,
que arrancas y arrastras
y llevas,
que repartes aromas a nuevo,
en tus notas descanso, me reciclo
y vuelvo.