A QUEMA ROPA

Qué tal si probamos

con palabras redondas,

con palabras llenas,

como amor, verdad,

dolor o vida,

qué tal si probamos

a juntar lágrimas

como juntamos risas,

qué tal si hablamos

a quema ropa,

con lo que traiga,

con lo que se lleve,

con lo que siga.

BRUMA

Se que es tarde,

un perro aúlla a la luna

y a mi me da igual,

no tengo sitio 

para idílicas imágenes,

es noche de bruma y no lo digo yo,

detrás del cristal no se ve nada

y esa nada, densa,

parece que sitiara amenazante

mi fortaleza,

he hundido los ojos en ella

y es toda igual,

digo la bruma... y la nada;

no sé

como ese perro

consigue ver la luna.

RÁFAGAS

Me detengo en cada ráfaga

porque ninguna se repetirá,

cada una me arranca

una lágrima al marchar,

pero así son las ráfagas,

te sacuden el alma

y en un rincón

dejan un soplo de viento,

que volver a buscar

una tarde lluviosa de otoño

o una noche..., de silencio.

QUE SE LO DIGAN A ELLOS

Que se lo digan a ellos

que la escarcha juega a ser cana

en su pelo,

que en sus ateridas manos

se congelan los recuerdos,

que les digan 

que éste invierno

no trae hielo,

que es primavera 

en el suelo

sobre el que intentan 

coger el sueño,

entre temblores de frío

que se tragan los del miedo,

que se atrevan a decirles...

que éste invierno,

no trae hielo.

SOBRE UN BLANCO DE TELÓN

Si lo que importa es el nombre,

yo no existo,

no soy nadie,

no llevo apellidos,

si lo que importa es un rostro,

yo nunca he vivido,

tengo cara de flor,

de hierba y de tierra,

tengo cara de lluvia

y de rayo de sol,

si lo que importa es hacer ruido,

entonces yo soy un mimo

con lágrimas dibujas

sobre un blanco

de telón.

FUERA..., EL FRÍO

Entre mis manos

una humeante taza de café

y fuera, el frío,

como si nada tuviera que ver conmigo,

marca bajo cero

el vaho en el cristal

y sus gotas

se van escurriendo

como si se derritieran al fuego,

he dibujado

un corazón sin flecha

con la yema de los dedos
y le ha atravesado la luna,

en los posos del café

no hay nada escrito;

y fuera..., el frío.

Por la mañana

el silencio es diferente,

parece que guarda algún secreto

custodiado

por los rayos del sol,

cómplice de la noche

es la mañana,

que a veces se levanta

sonriendo

y a veces no,

dependerá de la luna

que brille el sol.

PARA LLEGAR A TU OÍDO

Mis palabras van atadas 
a la historia,
mis gritos...,
los acallan siglos;

rompería la barrera del sonido,
para llegar a tu oído.

UNA POSTAL PARA EL RECUERDO

Ha llegado el invierno

de rama desnuda

y te extraño entre el frío,

lunas de silencio

venían hablando

de éste tiempo blanco

que me va cubriendo,

pero no me hablaron

de éste gris plomizo

que se pega al pecho;

espero cada noche al viento,

pero temo se congele

el tiempo

en una vieja postal

para el recuerdo;

y ya solo pueda mirarte

desde lejos.

Y LA LUNA ATRAPA EL BRILLO

Aspiro cada bocanada

hasta perder el sentido,

recojo versos de ceniza

que terminan en el aire

perdidos,

hacen acrobacias las horas

convirtiendo los silencios

en suspiros

y sale el sol y se esconde

y atrapa la luna

el brillo,

tengo sueños de bolsillo

que como briznas de hierba

se alimentan del rocío

y sigue su curso el río,

ríen y lloran

las aguas

a lo largo del camino,

no hay ganador ni vencido,

recoge la mar los restos

de los naufragios

surgidos

y sale el sol y se esconde

y atrapa la luna

el brillo

y levanta el mar sus olas

para recibir al río.

Tu ya te has ido

y yo todavía no te he dicho adiós,

sabes lo que pasa

cuando el tren se va

y se queda el humo en la estación,

se queda un silencio extraño,

sabes cuando se para el viento

y la hoja se queda,

sabes de cuando amarillea

y no es ni verde ni seca.

Hay tardes que se arrastran

tranquilas,

que envueltas en el mismo aire,

parecen distintas,

hay tardes que los silencios

son brisas

que te envuelven y acarician

y al morir dejan un beso,

prendiendo el cielo de fuego.

CADA VEZ MÁS LEJOS

Que cada vez

se va más y más lejos

tu voz,

como a punto de extinguirse

junto la última luna del año;

puede ser que lleve

una en el pecho,

porque en tu risa está lleno

y sin ella

está menguando.

Sabes del atardecer,

cuando el sol a pasos lentos

va bajando

y sangra el cielo?,

digo, de tus pasos lentos

retirándose

y éste rojo corazón

latiendo?.