viernes, 26 de febrero de 2016

SORPRÉNDEME

Sorpréndeme una mañana,
como el sol sorprende al día,
como lo hace el primer trino
que se mezcla con la brisa,
sorpréndeme una mañana
como lo hace la luz blanca
que se cuelga en mis pestañas
al desprenderse del alba,
sorpréndeme una mañana,
una mañana de olvido,
de mirada distraída,
sorpréndeme una mañana
como la ola a la orilla,
como a la alta montaña
el águila que la habita,
sorpréndeme una mañana,
una mañana tranquila,
cuando no se espera lluvia,
cuando la lluvia es precisa,
sorpréndeme una mañana,
una mañana sin prisa.

sábado, 20 de febrero de 2016

AROMAS Y OTROS RECUERDOS

Una taza de café,
y una antigua
melodía,
un atardecer cualquiera
cuando ya el sol
se retira
llevándose entre sus rayos
al ruidoso día;
caída de telón, paseo interior
caminando de puntillas,
volutas de pensamiento
exhaladas
en vals de invierno,
hacen brotar
manantiales de momentos,
donde nada la vida
con los brazos abrazando,
con el corazón latiendo,
imágenes
que se van sucediendo
y desvaneciendo,
aromas
y otros recuerdos.



jueves, 18 de febrero de 2016

NOCHE FRÍA

A la luna
la sale vaho
de la boca,
cae invisible
el hielo
mientras deshojo
mis manos
dedo a dedo,
frío aliento
de frío beso
de noche fría,
a la luna
la sale vaho
de la boca,
mientras la miro,
mientras me mira;

blanco aliento
de blanco beso,
de beso blanco,
de noche fría.

sábado, 13 de febrero de 2016

AÚN VISITO AQUEL RINCÓN

Hay rincones que lo conservan todo,
los aromas,
cada gota de lluvia,
las historias,
rincones que recogen hojas de otoño
y hacen remolinos con ellas,
permaneciendo para siempre 
su esencia;

a menudo voy y me siento a escuchar,
como el que escucha al mar en una caracola,
rumor de sueños,
viejas canciones que el aire llora;

hay rincones
que mantienen intactos los latidos, 
como un eco
del silencio que siempre guardaron,
a menudo voy...
y me siento a escuchar,
como el que escucha caer a la lluvia,
sobre el tejado.


jueves, 4 de febrero de 2016

ULULA EL VIENTO

Allá en el monte
ulula el viento
y hace gemir a la mar,
la hace saltar por el aire
para caer en mi rostro
que se deja salpicar;

cierro los ojos,
respiro muy hondo,
me lleno de azul y sal,
azul para volar,
sal,
para cicatrizar;

allá en el monte ulula el viento
y es el mar tan inmenso!!...,
y yo ahí,
una talla diminuta,
labrada con el tiempo.