Ya viene fría la madrugada,
ya pinta el miedo los ojos
de quienes duermen en grava,
bajo su techo de estrellas,
algunos no llegan a ver
la alborada;
aún no se desnuda el árbol
y ya tiemblan,
ya se miran con espanto,
saben que las nieves llegan,
que pronto serán como hojas
caídas sobre la tierra;
cuantos versos se reúnen
en la hoguera,
frotándose las manos,
con suerte,
al calor de una botella;
y se ríen y aún sueñan!
y escriben sobre la escarcha
los más hermosos poemas;
y se prestan la esperanza
que a cada uno calienta.
Con el silbido del viento
se escucha su voz,
piden un invierno suave,
solo eso,
solo eso,
para que su historia no muera
en cualquier rincón..., cubierta de hielo.