viernes, 16 de febrero de 2018

SIN TÍTULO

Las últimas bocanadas del día
se deshacen como volutas de humo,
aspiro profundamente cada una de las campanadas
que le ponen fin,
hasta doce se agolpan en mi pecho
y luego las suelto
como se suelta un día cualquiera,
un búho me mira con ojos de ya te lo dije;

siempre terminas con la noche a cuestas.