Oyambre de azul y verde
al susurro del maizal,
olas de plata en la arena,
gaviotas vienen y van,
desde sus cumbres nevadas
Picos llora en soledad
se asoma desde las nubes
a ver a Oyambre bailar.
Oyambre tierra de pastos
al arrullo de la mar,
visten al alba sus prados
finas cuentas de cristal,
Oyambre de amaneceres
de rojo fuego fugaz,
de ocasos al son del viento
que por el monte se van.
Oyambre cielo estrellado
con su luna caprichosa
que crece para menguar.
Oyambre de olor a heno,
de olor a lluvia, de olor a sal;
quien no quisiera fundirse
con Oyambre...
y anidar.