Se encontraron
los dos
entre nieblas y sombras
y claros de luna
en la noche;
se pusieron a hablar,
como fue,
como va,
hoy he visto romper
una flor al pasar
y su aroma ha estallado
en el aire,
bla bla bla,
bla bla bla,
parecía que el tiempo
nunca iba a acabarse;
comenzó a amanecer
en los ojos de el,
y en los de ella la luna
rilaba brillante,
se dijeron adiós,
volverás,
volveré
y la noche se fue,
regresando los dos
a sus mundos distantes.