martes, 12 de diciembre de 2017

MI CASA POR DENTRO

Es una pena
que no quieras conocer
mi casa por dentro,
que no veas
el color de las cortinas
que cuelgan en mis ventanas
ni como se mecen cuando parpadeo;
a veces hechas jirones,
a veces como transparentes tules
dejando ver
hasta el último rincón
y que no puedas ver las manchas
de la habitación de la izquierda,
las que es inútil intentar limpiar
porque siempre vuelven a salir,
ni el desorden
del cuarto de arriba
donde guardo los pájaros,
es una pena
que no quieras conocer
mi casa por dentro;
que no pases de la puerta
que te quedes ahí;

mirando la fachada.