Tengo recuerdos
que no se donde poner,
si ponerlos en el fuego
una tarde de domingo
o atusarles los cabellos
hasta ver amanecer,
he tomado la forma
de un verso,
para salir de tus labios
mezclada en tu aliento,
para hacerme caricia
templada de invierno;
que al otoño le queda
un suspiro
para terminar de alfombra
tirado en el piso,
como esos recuerdos
que no encuentran sitio
y el viento se empeña
en hacer remolinos;
he tomado la forma
de un verso,
para llegar a tu oído.