Harta de escuchar
canciones
que solo enredan
el aire,
me salí a buscar
la luna
que pasea por
las calles,
me bebí de las esquinas
el relente de la noche,
respirando a bocanadas
sin sombra
que me reproche;
y el viento dobló
a la izquierda
llevándose mi melena
y me dio el frío
en la cara
llevándose la desgana,
caminan solos
los pies,
yo no les hago preguntas,
no tengo prisa
en volver,
un gato maúlla a la luna
y yo la maúllo también.