No he olvidado
las horas con la luna,
las miradas,
que tras la noche se ocultan,
no he olvidado la risa
que levanta olas de mar,
todo se queda, todo se guarda,
todo envuelto entre aromas
de romero y azahar;
y cuando callo... y cuando callas,
cuando te llamo,
cuando me llamas;
no he olvidado una gota
de esa lluvia sideral,
cuando me empapa,
cuando te empapa;
no he olvidado un segundo
golpeando en el cristal,
cuando te busco,
cuando me buscas,
cuando no estoy,
cuando no estás.